Rápido crecimiento en los países subdesarrollados
En los países menos desarrollados, la tasa de crecimiento es elevada, del 2,4 %, y los países en desarrollo presentan un 1,4 %; por lo tanto, la población crece rápidamente. No obstante, desde los años cincuenta estos países han reducido el crecimiento de la población a la mitad.
La causa de este alto crecimiento es la elevada natalidad, con tasas que superan el 40 ‰ en países como Níger, Somalia… Esto se explica por distintas razones: el trabajo de los hijos es indispensable para la familia, la religión sigue teniendo un peso importante, se asigna a las mujeres un papel exclusivo como madres y muchos gobiernos no realizan políticas de planificación familiar. Como consecuencia, la población sigue creciendo de forma explosiva.
La fecundidad es alta, pero existen grandes diferencias espaciales. Aquellos países que han puesto en práctica fuertes políticas de control de natalidad han podido reducir su tasa por debajo de los 3 hijos por mujer, como, por ejemplo, Argelia (2,3). Pero otros países superan los 5 hijos por mujer, como Zambia y Yemen.
Por el contrario, la mortalidad se ha reducido gracias a la introducción de medicamentos y a la difusión de las vacunas. Sin embargo, la mortalidad infantil es muy alta en países como Angola, Afganistán y Somalia: mueren más de 100 niños de cada 1.000 que nacen, frente a los 5 niños que mueren en los países desarrollados, como Canadá y Reino Unido. La mayoría de las muertes se deben a la desnutrición y a la escasa atención sanitaria.
No hay comentarios:
Publicar un comentario